Ir al contenido principal

Entradas

Amigos, Maestros y Mi Propio Camino.

Una maestra muy sabia en El Día Mundial del Teatro dijo que los actores, o el verdadero actor/artista tiene sólo un maestro. Y como buen terco que soy, no lo creí. Y todavía no lo creo. Supongo que es algo que siempre me tiene que pasar. Si alguien me dice algo, me es difícil tomarlo como una verdad absoluta. Sobretodo cuando tengo la sensación de que he tenido muchos maestros, mentores y amigos que me han enseñado muchas cosas. ¿Cómo podría tener un solo maestro? ¿Si tengo más de uno, no seré un buen actor/artista? Días después, mi amigo y mentor que llamaré Kaed me dijo que él entendía. Que hay siempre un maestro que guía la poética, y el camino por el que uno transita durante su vida como artista. En su caso, el compartir. Que compartir su conocimiento y demás a guiado sus proyectos. En mi caso aún no lo sé. Y es que siento que he tenido muchos maestros. Personas que me han guíado y llevado por varios caminos. Mi primer maestra de teatro, que fue quien me emocio
Entradas recientes

Momentos poéticos.

Un amigo y maestro hace ya algún tiempo le encargó a su equipo de trabajo que "registrara" sus "momentos poéticos". Momentos que son pequeños (o insignificantes) pero que llegan a ser muy bellos y clarificadores de la vida. Como "el olor del café por la mañana" o cosas por el estilo. Es un ejercicio de observación, de memoria, de belleza. Que siempre sirve para un hombre escénico en formación... Por el simple hecho de que nos vamos dando cuenta de aquello que tendemos a pasar por alto, o como algo bello, pero, pasajero. He recopilado diferentes momentos en este poema. Después escribiré una reflexión sobre la observación para el actor. el olor de tierra mojada por la brisa mañanera el calor de la almohada al respirar en ella el brillo anaranjado cuando el Sol se oculta las nubes descansando encima de mi montaña los zapatos de la gente al tomar el autobús el sudor en la frente de un hombre del sur los ojos almendrados de una niña indígena

La acción y la reacción.

Hace dos semanas concluyó un taller que abordaba los temas de la Acción . La acción del teatro , y el estar . Ponerlo así suena como muy específico a la vez que ambiguo, pero el taller proponía (a manera de repetición y sencillez) información muy interesante. Proponía que, la acción en escena no fuera más que el producto del estar en la misma . Otra vez, suena ambiguo. Pero la cosa es que el maestro separaba la Acción de la Reacción. Proponiendo que la reacción no era más que un accidente. Y que todo, todos los diálogos, las respuestas, las consecuencias de la escena, deberían ser acciones , verbos vivos. No consecuencia de otros verbos. Por ejemplo, si me lanzan una pelota, una reacción sería atraparla por reflejo y torpemente. Pero si acciono y atrapo la pelota con todo mi cuerpo, estoy realizando una acción , no una reacción. Y eso (según el libro del maestro) es consecuencia de estar verdaderamente aquí y ahora . Me pongo a pensar en cuantas veces he

Sobre la interactividad en la escena

El mes de Junio y Julio fue una etapa donde se presentó una obra de teatro interactiva con el grupo de Danza-Teatro al que me uní desde el año pasado. Encima de interactiva, la obra de teatro era íntima. Hasta hacía poco, jamás había escuchado hablar del teatro íntimo verdadero. Había tenido algunas nociones a través de Eugenio Barba, de Grotowksi, de Daniele Finzi Pasca; de teatro para pocos espectadores. Y durante el 2016, en un taller, logré dirigir una pequeña micro-puesta en donde sólo pocos espectadores en una muy pequeña sala podían ver el ejercicio. Sin embargo, nunca había presenciado teatro íntimo. ¡Mucho menos lo había hecho! Pero, mi director, al cual llamaremos Kaed de aquí en adelante*, tenía la idea de presentar dos historias basadas en nuestras historias personales. Casi un biodrama. Tras un proceso que explicaré después, se llegó a dos piezas: una de danza y otra de teatro, por decirlo de manera estricta. La pieza de teatro, un monólogo basado en mi enamoramien

Esta bitácora.

Quiero ser artista. No sé cuántas veces he dicho eso en mi vida. Cientos o miles de veces, supongo. Desde que tengo once años, he transitado entre la narrativa, la poesía, el dibujo, la pintura, la música que fue muy importante para mí durante la gran parte de mi adolescencia (y aún lo es). Y en la última parte, he encontrado mucho placer en el Arte Escénico. El teatro y la danza. De niños siempre soñamos con ser estrellas. Queremos ser actores, músicos, (super)héroes, deportistas, celebridades. Quizás porque buscamos aceptación. Porque nos sentimos identificados con las personas que son admiradas por otras. De cómo ellos superaron sus dificultades, logrando transmitir emociones, valores, historias, y esperanzas a las personas a su alrededor . Después crecemos, y seguimos soñando con eso, pero se queda así: como un sueño. Una ilusión. Y de niño yo también soñaba con ser alguien como esas personas. Soñaba con ser el mejor artemarcialista del mundo. Y luego el mejor escritor del